En la colonización había dos tipos de comercio: de la metrópoli a la colonia y de la colonia a la metrópoli. España importaba a la “Nueva España” harina de trigo, aceite, vinos y otros artículos de primera necesidad. Sin embargo, lo que más se exportaba a la metrópoli era la plata como la materia prima de fuerte necesidad de origen mexicana para la Corona. México era la riqueza de España porque de ahí basaba su potencia mundial.
La logística después de la liberación de la colonia
Durante el periodo colonial había una estrecha relación con el medio oriente porque barcos españoles partían del puerto de Acapulco a China con vía las Filipinas. En los años de la Nueva España importó productos como la seda y especias de países orientales e India, y estos movimientos logísticos eran creados para el beneficio de la corona española a base de reglamentos que facilitaba el control monopólico de los intercambios ultramarinos e internos.
No obstante, todo este beneficio hacia la corona española fue difícil de mantener cuando llegó la Independencia de México. Los cierres de caminos provocaron una escasez en la circulación de las monedas. La solución por el ejército Realista como el Insurgente fue el construir sus propias fábricas de monedas para continuar el intercambio de bienes y así poder pagarles a sus tropas. De hecho, José María Morelos y Pavón fue el representante de la acuñación de la moneda insurgente. Este fue rápidamente falsificado y tardó cuatro años en ser aceptada entre los comerciantes y en circulación para solamente permanecer en circulación por tres años.
Cuando México logró liberarse por completo de la influencia de la corona el futuro del comercio exterior fue incierto. Se tenía la creencia que en el momento que la lucha por la independencia acabara los mexicanos podrían generar grandes riquezas con esfuerzos mínimos. No obstante, lo que se presentó fue un alto nivel de desorganización y falta de seguridad por falta de estímulo y vías de comunicación. La minería se quedó paralizada y solamente una pequeña parte de la demanda interior de artículos manufacturado podía ser cubierta. La única esperanza disponible era el comercio exterior.
El primer paso para la cadena de suministro y la reactivación económica fue la apertura de los puertos en 15 de diciembre de 1821. Estos se encontraban cerrados porque el gobierno independiente sancionó los puertos habilitados por decreto de las Cortes Españolas y permitía la entrada de buques al puerto de Veracruz. Asimismo, El 8 de octubre de 1821 se prohibió la entrada de buques españoles y mercancías por la persistencia de España de no reconocer la independencia de México. La prohibición duró hasta el año 1836, el año que se definía el tratado de paz. Gracias a este hecho histórico el tequila tomó cierta ventaja para poder ser distribuido.
Desde inicio hasta el final de la independencia el tequila tuvo una gran ventaja debido a los problemas de importación de alcoholes extranjeros. En el año 1821, los productores tequileros promovieron la autorización del libre comercio de la bebida alcohólica, y a pesar que la apertura del puerto de Acapulco, relegó al puerto alterno de San Blas. Dicho puerto es el principal para la comercialización del tequila. El saber aprovechar las oportunidades, que para algunos pueden ser desventajas, ayudaron a favorecer el crecimiento y florecimiento de México. La música y el arte mexicano contribuyeron a la popularidad de la bebida y su cruce de fronteras.
Grupo On Time está orgulloso de sus orígenes mexicanos, y nos encontramos orgullosos de poder aportar a nuestro país importando y exportando productos desde y hacia México, Estados Unidos y Canadá. Acércate a nosotros y encontraremos las mejores soluciones para tus necesidades.
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